miércoles, 7 de septiembre de 2011

“Orad sin cesar” 1 Tesalonicenses 5:17



A muchos la palabra oración les suena a religiosidad; a mí personalmente me suena a unión... Un cristiano que no ora es un cristiano desconectado de la sintonía del Señor.

Orar es valioso no solo para nuestra vida espiritual, sino para la relación personal que tenemos con Dios. Es difícil entablar una buena amistad sin tener contacto frecuente con alguien.

¿Cómo podes ser amigo/a de alguien al cual no frecuentas o con quien no hablas muy seguido?

Dios quiere ser nuestro amigo, es mas! El está dispuesto a ser nuestro mejor Amigo, ese que nunca nos falla, ese que quiere lo mejor para nosotros, ese que siempre tendrá un momento para abrazarnos y hacernos sentir queridos, ese Amigo al que no le encontraremos ningún defecto y al cual si ponemos nuestros ojos en El, jamás seremos defraudados.

Dios quiere ser tu amigo, pero si has dejado de comunicarte con El, si has permitido que el cansancio u otras actividades te quiten el tiempo que tenias disponible para hablar con Él ; es tiempo de preguntarte .¿Qué pasa?, ¿Por qué he permitido esto? Debes darte cuenta que cuando uno deja de Orar,  se vuelve más sordo ante la voz de Dios.

Hay muchas personas que creen que Dios se ha apartado de ellos, que Dios se ha alejado o simplemente los ha abandonado, pero la realidad es que para sentir al Señor, para escuchar su dulce voz en nuestras vidas, tenemos que mantener un verdadero vinculo personal, es decir una conexión continua con El, no hay otra forma de sentir al Señor que buscándolo.

Quizá poco a poco fuiste dejando de orar, de hablar con Él, de expresarle lo que sentís, de comentarle tu día a día  y todo eso fue haciendo que el viejo joven o la vieja jovencita  aparezcan  nuevamente en tu diario vivir.

Eso te crea dudas y probablemente  te haces miles de preguntas, del porque esto, del porque esto otro, pero hoy quiero que te preguntes honestamente a ti mismo : ¿Por qué  deje de orar?

¿Por los problemas?, ¿Por la crisis que estas pasando?, ¿ enfermedad?, ¿Tu familia?, ¿El pecado?, ¿Qué excusa pondrás hoy?



Si cada uno de nosotros comprendiera la importancia de la oración en nuestra vida, se que seriamos más que victoriosos en todas las áreas o por lo menos el enemigo no ganaría ventaja sobre nosotros. Lamentablemente muchos dejamos de orar cuando la crisis aparece, cuando la enfermedad hace acto de presencia, cuando la escases llega a nuestra vida o cuando simplemente el pecado nos hace sentir indigno de llegar delante de la presencia de Dios.




No hay comentarios: